Al día le faltan horas y a mi me falta valor, me falta un buen capuccino y un brownie...
Me falta ese amigo con el que ya no hablo, me faltan sus anécdotas y sus ganas de vivir.
Me falta - una noche como esta- fumarme un buen cigarro, sin culpas, sin prisa, sin parpadeos ajenos, en camiseta y sin jean.
Y mientras necesito guardar de nuevo mis sentimientos y algunas de mis palabras, esconderlas mientras encuentro ese cigarro, el brownie y mi amigo. Otro día de las velitas ¿faltará mucho?... Maldita impaciencia.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentar es gratis.