Curiosamente la soltería se convierte asunto, no sólo de la "afectada", sino de los amigos y familiares mas cercanos, mi caso es bastante ridículo: la mayoría de mis amigas andan en despecho y yo, que ya admití la situación incluso antes de terminar, no me siento así; claro está, ellas nunca lo ven así, y sólo asumen que me falta desahogarme y que mi personalidad no basta para admitir mi tristeza...
En parte las entiendo, no tiene sentido que una relación de dos años y algo se acabe y ella se limite a repetir cada vez que le pregunten "estoy bien, todo se acaba" por favor, si esa soltera no fuera yo me reiría de lo ridículo que suena; ellas, muy queridas en verdad, me han querido inducir al olvido que no necesito del despecho que no tengo, lo admito, accedí: desde el brownie con helado, el cambio de look hasta la rumba desenfrenada (pasando por cuanta película romántica se les ocurra)
Han sido tres meses ya de esas terapias "despechantes" en las que he rumbeado, tomado, reído y salido con hombres que ni me imaginaba (ellas no me obligaron ), y aprendí algo: la soltería es uno de los estados mas provechosos que pueden existir; se que en algún momento sentiré ganas de enamorarme y estar con alguien pero ¿por qué no aprovechar este instante? La sociedad nos ha enseñado a sufrir por amor y a despreciar la soltería, a arreglarnos, cuidarnos y sonreír por otra persona, como si en realidad nuestra felicidad fuese el otro ¿y qué nos queda? Una sensación de vacío cuando ese otro se va.
La soltería duele al principio, cierto, pero no aprovecharla sería ridículo ¿qué mejor excusa para ser uno mismo y no preocuparse por un otro que posiblemente te rompa el corazón?
Me dedicaré con todo esmero a aprovechar el tiempo que me quede antes que llegue la linda etapa del enamoramiento. He dicho.
