Confesiones bajo llave.

Las personas somos un bello , pero caótico, conjunto de contradicciones en si mismo: es ahí donde entendemos que el caos y el cosmos tienen un mismo punto de inicio , y que lo bello no es lo perfecto y pulcro.

           Ayer, justamente, entendí todo esto cuando te tuve en mis brazos: comprendí que estando contigo mi realidad y mis pensamientos se polarizan, que mis miedos compiten y que mis anhelos toman un aspecto bipartidista.

           Mientras te rodeaba con mis brazos tuve el impulso de decirlo todo, de escupir mi verdad, mis miedos , de hacer frente a mi ser y abrir esa caja fuerte tan peligrosa; tuve intención de decirte que inevitablemente mis miedos se habían duplicado, y que , a causa tuya la mitad serían realidad: Quise mirarte a los ojos y culparte porque mi caos amenazaba convertirse en cosmos... pero no pude, irónicamente mis miedos me detuvieron, y así como hago ahora ayer postergué tanto mi declaración que cuando te fuiste no pudiste entender el nudo que atravesaba en mi garganta (creo que a duras penas lo viste).

         Una parte de mi lamenta no haber hecho frente a mis emociones,y es esa misma parte la que me impulsa en este momento, a escribir, a modo de auto-reivindicación lo que posiblemente nunca te pueda confesar.

Si pudiera te confesaría

Que hasta hace algún tiempo tuve temor de compartir mi cama con alguien mas, pero ahora temo que no vuelvas a extender tu brazo de madrugada buscando mi cintura,

Que el insomnio inexplicable perturbó durante muchos sábados mi sueño, ahora lo hace tu ausencia,

Con un tono rosáceo, te confesaría, que tenía mucho miedo de dejar salir de mis labios un "te quiero" ,y que ahora temo no demostrártelo lo suficiente

Que en mi cama permanece intacto el lado donde duermes, se vuelve intocable cuando duermo sola... y hasta me siento ridícula cuando despierto pensando que estas durmiendo a mi lado.

Confieso, que los domingos se han convertido mi día favorito, y a la vez mi noche mas indeseable.

Se que no leerás esto y por eso no temo al confesar que hasta hace algún tiempo (cuatro meses y diez días) mi mayor miedo era enamorarme... mas anoche descubrí que esa prevención la está remplazando la horrible idea de no darme la oportunidad de admitir, de una buena vez, que posiblemente ya me estoy enamorando.

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No en vano tarareaba ayer esta canción (me encanta la letra, me cae de perlas)

"Aprender me cuesta tanto"